Elixir amargo
Este elixir está pensado para agregarselo a la soda, jugo, gaseosa o simplemente al agua con unos hielos, antes de una comilona festiva, como aperitivo, antes de comer o en cualquier momento del día.
Formulado con plantas de naturaleza amarga que preparan al cuerpo para la digestión estimulando a las glándulas salivales y a los jugos gástricos. Con el ajenjo como protagonista, cultivada de manera agroecológica y amigable con el medio ambiente respetando su ciclo natural.
Ingredientes:
AJENJO: compuestos amargos presentes en el ajenjo estimulan las papilas gustativas, lo que a su vez puede aumentar la secreción de saliva y jugos gástricos, mejorando el apetito. Los flavonoides que tienen propiedades antiespasmódicas, ayudando a reducir los calambres y espasmos en el tracto digestivo. Además, tiene propiedades carminativas, que pueden ayudar a reducir la acumulación de gas y aliviar la flatulencia. Estimula la vesícula biliar para aumentar la producción y liberación de bilis y tiene actividad antiparasitaria. De sabor muy amargo, con un perfil herbal intenso
NARANJA: estimula la secreción de jugos gástricos y mejora la digestión. Con sabor dulce-amargo, con notas cítricas frescas que equilibran los sabores fuertes. Aporta frescura a cualquier trago.
QUINA: estimula la secreción gástrica, mejora el apetito y alivia la indigestión gracias a sus alcaloides y amargos naturales.
CARDAMOMO: reduce la acidez, alivia gases y espasmos estomacales, y estimula la digestión.
CANELA: mejora la digestión al reducir gases, aliviar espasmos y estimular la motilidad intestinal.
Formato: petaca de 200ml
Atención: no se recomienda tomarlo todos los días dado que uno de sus componentes, el ajenjo, contiene tuyona que en el altas cantidades puede ser tóxico.
Ingredientes: hojas de ajenjo*, piel de naranja, raíz de diente de león*, corteza de quina, semillas de cardamomo, canela en rama, alcohol de cereal.
*cultivadas de forma agroecológica.
Antes de iniciar cualquier tratamiento o consumo de plantas y hongos medicinales, especialmente si se trata de mujeres embarazadas, lactantes, personas con problemas de salud crónicos o aquellas que toman medicamentos, se recomienda fervientemente consultar a un profesional de la salud.